viernes, agosto 17, 2007

Eppur si muove

El año pasado tuve una alumna de anatomía evangelista. En algún momento en que salió el tema de la religión ella dijo que creía que lo que decía la biblia era todo cierto textualmente, a lo cual reconozco, sentí un poco de horror. ¿Eso significaba que descartaba de prepo la teoría de la evolución? ¿Se puede estudiar medicina bajo semejante fundamentalismo? ¿Qué pasaría cuando llegáramos a neuroanaromía en el último trimestre dónde se aplica la dichosa teoría para explicar el desarrollo del sistema nervioso central? Nobleza obliga, lo cierto es que no tuvimos ningún conflicto en ese aspecto y resultó ser una persona mucho más abierta de lo que yo creía, con quien disfruté varios encendidos debates religio-filosóficos. Pero esa semana le comenté a una compañera del IAR (que es algo así como unas prácticas al final de la carrera) también evangelista sobre mis miedos "¿Cómo puede un médico no creer en la evolución?". Debí haberme preparado para su respuesta: "Yo no creo en la teoría de la evolución". Ante mi mirada atónita, y mis inútiles intentos de recurrir a episodios de la carrera donde se recurría a esta teoría para explicar ciertos procesos, (empezando por embriología) ella esgrimió un argumento contundente: "¿Por qué le voy a creer a Darwin que es un hombre?". Tonto de mí, traté de recurrir a Popper, a ver si recordaba algo de Pensamiento Científico en el CBC, a darle a entender que la ciencia no es una cuestión de creer o no creer, sino de encontrar una nueva teoría que explique un hecho mejor que la anterior. Energías perdidas. La discusión se continuó por mensajitos de texto "te enojaste, Nicolás" fue el que ella me mandó, y tras un breve intercambio (tratar de explicarle que no creo ciegamente en la teoría de Darwin, que hay cosas que en ella no cierran pero sí creo en no mezclar religión y ciencia) cerré la discusión mandándole "eppur si muove" como para darle teatralidad al asunto (y porque ante estas discusiones no puedo dejar de pensar que hasta hace muy poco tiempo me hubiesen quemado por decir cosas como las que digo).

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lunes, agosto 13, 2007

Charly Garcia Dixit

Si vos querés saber qué es estar loco, andá al espejo en el que te mirás todos los días y rompelo. Después mirate ahí: vas a ver lo que se siente. Si se rompió tu espejo, quiere decir que no tenés ningún control sobre nada y que no podés volver. Y si lo hacés, es un horror. Verse en un espejo roto: eso es estar loco. Y te aseguro que duele más que cualquier otra cosa.

viernes, agosto 10, 2007

Si Cortazar viviese en la época de los celulares

Qué panzada de literatura se habría dado, ¿no?